¿Te has parado a pensar cómo te hace sentir tu marca favorita? Eso es lo que llamamos experiencia de marca y dependiendo de esto, aceptaremos, rechazaremos o la elegiremos. Si tenemos una percepción negativa, la rechazaremos, si el efecto es neutro la aceptamos y si es positiva, la preferimos y elegimos.

La experiencia de marca tiene diferentes dimensiones (sensorial, afectiva, cognoscitiva, social, de comportamiento, de valores) y por supuesto diferentes beneficios como la fidelidad del cliente, el valor que se genera, la conexión con el público y un mayor control que nos permitirá controlar los momentos donde el consumidor tendrá contacto con la marca. ¿No crees que vale la pena invertir en la experiencia de tu marca?

La experiencia de marca tiene un impacto mayor que los propios atributos y beneficios del producto o servicio que la marca ofrece. Además, los aspectos negativos siempre se extienden más que los positivos y pueden afectar al volumen de negocio.

¿Cómo podemos provocar una mejor experiencia de marca?

Como consumidores estamos mentalmente agotados por la oferta a la que nos encontramos expuestos. Además, un buen precio ya no es lo único que nos motiva para decidir comprar o no, existen otros factores determinantes que hemos de tener en cuenta.

Lemonstand dice que el 50 % de los consumidores compran en oferta o promoción y es cierto que, en base a esto, la mayoría de las empresas caen en la trampa de bajar los precios con estrategias de descuento. Sin embargo, y desde UNUNUZI, concluimos que el éxito de un negocio ha de pasar, sí o sí, por aportar un valor añadido al consumidor.

El incentivo de la entrega rápida y gratuita

Está claro que no todo no es urgente como para justificar una entrega en 24 horas, sin embargo, el éxito de Prime y otros es debido a la gratificación instantánea.

En la era digital en la que vivimos, las recompensas instantáneas como el envío rápido o gratuito son un incentivo perfecto para motivar la decisión de compra. Los nativos digitales están interiorizando que ya no es necesario esperar por una meta o experiencia

Afortunadamente nuestro cerebro reacciona a otros incentivos/motivaciones y hoy os dejamos algunos que pueden funcionar para incentivar al consumidor 4.0 de forma inteligente:

Ofrecer a los clientes una experiencia de diez

¿Sabías que una buena experiencia con una marca genera compromiso y fideliza? Para conseguirlo tendrás que proporcionarles todo lo que necesitan para resolver sus dudas y necesidades.

Mejorar el servicio de atención al cliente es uno de los mejores incentivos en los que puedes invertir para tus clientes tomen la decisión de comprar tu marca y además repitan.

El 73% de los consumidores valora su experiencia como factor clave para decantarse por una u otra marca. La empatía y el conocimiento del producto por parte del equipo. Esto genera confianza.

Incentivar el compromiso del cliente 

Si tus clientes interactúan con tu marca de forma espontánea y elogian tus productos/servicios en algún canal, no dejes pasar la oportunidad para agradecerles su aportación.

Puedes destinar parte del presupuesto de marketing a obsequiar a tus lientes más satisfechos cuando dejen reseñas. Estos incentivos pueden tener formato regalo, suscripción gratuita o descuento. Lo importante es demostrarles que valoras su aportación.

La conciencia social como incentivo

¿Cómo podemos utilizar la conciencia social para motivar a nuestros clientes a comprar y fidelizar nuestra marca?

Es evidente que el consumidor actual es un consumidor informado y que se preocupa cada vez más por la vinculación de las marcas con los valores. Y es en este punto donde podemos encontrar un incentivo para conectar y motivar a nuestro cliente con nuestra marca.

No hablamos de hacer algo etiquetado como “bueno” desde nuestra empresa, sino facilitarle a hacer algo bueno. Es obvio que si vendemos energías renovables nuestro propósito como empresa satisface directamente un valor, pero si el producto/servicio en sí no tiene un impacto positivo, podemos donar una cantidad fija a una organización, por ejemplo.

Actualmente las empresas nos enfrentamos a muchos desafíos y es por ello por lo que es clave valorar la experiencia de marca como una ventaja competitiva y una oportunidad para desmarcarse de la competencia.